Helada y árida, vive la magia de Argentina
La localización de Argentina le permite gozar de increíbles contrastes climáticos y geográficos. Aridez, frondosidad y hielo se mezclan con gracia en un solo país. Por sus contrastes, por la magnificencia de su naturaleza, por sus pequeñas y grandes ciudades mágicas, Argentina es un lugar perfecto para pasar una luna de miel increíble. ¿Te atreves a conocer uno de los mayores países de Latinoamérica?
El Parque Nacional de Los Glaciares, situado en la provincia de Santa Cruz, fue creado en 1937 para cuidar el hielo, las montañas, los glaciares y lagos helados que allí se encuentran. Uno de sus glaciares más famosos es El Perito Moreno, de 30 km de largo, 5 de ancho y 60 de alto. En el parque encontrarás también el Upsala o el Spegazzini y, aunque parezca increíble, una pequeña ciudad en medio de las montañas llamada El Calafate. 
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La ciudad de Bariloche es el destino más visitado de la Patagonia. En verano resulta perfecta para caminatas y en invierno para esquiar. Se encuentra en la ribera sur del lago Nahuel Huapi y rodeada de los lagos Gutiérrez, Moreno y Mascardi. Y, además, por su cielo vuelan las aves más grandes del mundo.
Las cataratas de Iguazú, sobre el río Iguazú, pertenecen tanto a Argentina como a Brasil y constituyen una de la siete maravillas naturales del mundo. Su salto más alto y de mayor caudal, de 80 metros, es la Garganta del diablo. Lo más impresionante es que desde el gomón, un barco que navega a los pies de las cataratas, podrás disfrutar de este espectáculo sobrecogedor a una distancia muy pequeña.
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El Tren de las Nubes no es para todo el mundo. Si sufres de vértigo, abstente, porque se eleva a más de 4220 metros por la Cordillera de los Andes. El tren sale de la ciudad de Salta y continúa por el Valle de Lerma. Pasarás por uno de los accidentes geográficos más áridos del país, la Quebrada del Toro, que forma parte del sistema de cañones de los Andes del noroeste argentino, y terminarás en Puna de Atacama.
Revista Mistura
Otra quebrada muy atractiva es la de Humahuaca, en la provincia de Jujuy y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Tras tanta nieve, este lugar ofrece una aridez mágica de tonalidades bermejas, terrosas, amarillas y verdes que parecen haber sido pintadas a propósito sobre la roca. Allí se sitúa Purmamarca (que significa pueblo rojo), una población casi irreal, con pequeñas casas de adobe terracota, una iglesia y un mercado de artesanos diario.
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Visita también la ciudad de Ushuaia, conocida como La ciudad del Fin del Mundo por ser la más austral del planeta. En invierno, Ushuaia se sumerge en la oscuridad durante 17 horas al día, y existe la posibilidad, cuando el tiempo es estable, de ver auroras australes. Si no las encuentras, sí podrás acudir con mayor facilidad al Parque Nacional Tierra del Fuego y a excursiones por el Canal Beagle.
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Seguro que, además de disfrutar de los inmensos parajes naturales de Argentina, querrás conocer su parte urbana. Córdoba destaca por su preciosa arquitectura, que podrás ver en todo su esplendor en la Catedral, la Plaza San Martín, el Cabildo Histórico o la Casa de Trejo. Mar de Plata es una visita obligada, como bien saben los casi 6 millones de turistas que se desplazan hasta allí cada verano. Buenos Aires, por supuesto, es un lugar obligado. Como corresponde a la capital del país, ofrece una tremenda oferta cultural y gastronómica. El Teatro Colón, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Catedral, el Cementerio de la Recoleta o La Boca son solo algunos de los sitios que te maravillarán y te harán desear volver a vivir un sueño por Argentina una y otra vez.
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