Las novias ‘flapper’: el regreso de los años 20

¿Eres de las que se enamoró perdidamente de los looks de Daisy (Carey Mulligan) en El gran Gatsby? ¿Aprovechas cualquier fiesta de disfraces para aparecer como una bailarina de Charlestón? Si las respuestas son afirmativas, atenta a los looks que te convertirán en una auténtica flapper el día de tu boda.

Lucir un cabello de ondas anchas pero bien marcadas es un básico para acentuar este estilo. Si, además, llevas una melenita corta, parecerás realmente sacada de otra época, más aún si lo combinas con diademas, horquillas llamativas y tocados con rejilla. Inspírate en esta banda de Enchanted Atelier con una fina malla plateada y flores de Swarovski.

El aire tweenies pide velos largos, con motivos delicados que cubran la cabeza e incluso parte de la frente. Fíjate en este de Rosa Clará, blanco roto y con un suave acabado bordado.

Los flecos movedizos, la pedrería ostentosa y las hechuras sueltas son los aspectos más identificables de estos años tan locos como sofisticados. Los diseños bridal que hoy se inspiran en ellos adoptan cada rasgo con una pizca de discreción y la elegancia que requiere la novia.

La línea My Secrets de Inmaculada García incluye este traje corto con encajes y brillos, pensado para las más jóvenes y las ceremonias informales.

Los velos ajustados en la frente combinan muy bien con vestidos ceñidos a la cintura y de escote en pico, con bajos holgados y cola corta, como este de Temperley London.

Concédete el atrevimiento de contornear tu espalda con la apertura trasera pronunciada de Kenneth Pool Fall 2015, con brillantes bordados que escalan por los costados y continúan hacia la cintura y el pecho.

Algo más recatado es este diseño de Rosa Clará Soft 2015, que juega con transparencias sutiles cubiertas por pedrería y unas breves mangas. En la misma línea camina el traje de Christos Fall 2016, también de hombros semiocultos, y elaborado a base de seda y satén.

Completa tu look con un maquillaje intenso y, por qué no, con largos collares de perlas e incluso guantes. Y, por supuesto, no te olvides de tu particular Jay Gatsby.