El lugar de la ceremonia

El lugar en el que se celebra un matrimonio está atado a la naturaleza del mismo: si es religioso, se hace en una Iglesia y, si no, en el lugar que elijan los novios. Sin embargo, existe cierta flexibilidad en ambos casos.

Cuando una pareja se casa por vía religiosa, lo usual es acudir a la parroquia que les corresponde por cercanía y, en caso de que prefieran otra, han de acordarlo con el cura. Este evento se realiza en una parroquia porque se considera la casa de Dios, el lugar idóneo para rendir culto al sacramento. No obstante, algunas personas tienen un lugar especial o significativo en el que desean darse el “sí, quiero” sin por ello desmerecer sus creencias, y deben hablar con el sacerdote para intentar llegar a un acuerdo.

boda iglesia
©Neima Pidal

La ceremonia civil cuenta con mayor margen para su localización. Puedes escoger desde el lugar más privado y personal hasta el más grande, teniendo en cuenta la época del año y la magnitud del acto (si es muy personal o si, por el contrario, van a asistir muchas personas).

ceremonia civil
©Beatriz Tudanca

Lo más convencional es empatar la boda con el banquete en el mismo lugar, que suele ser un salón o una finca. Existen salones especializados para fiestas, salas en hoteles o incluso naves industriales que se acondicionan para tal fin, perfectos para temporadas de frío. Es fácil crear un ambiente cálido con unas luces bien posicionadas que alumbren, también, un altar de motivos florales con un pequeño escenario y una alfombra central que separe las sillas de los invitados.

decoración altar ceremonia

Las fincas (junto con lugares algo más originales como castillos, palacios y monasterios reformados para fiestas) tienen una ventaja con respecto a las salas, que cuentan con interior y con exterior, de modo que puedes celebrar la boda en una parte y el banquete en otra. Te aconsejamos que aproveches la belleza de los árboles de los jardines, los cielos despejados, el brillo del sol sobre las flores, las fuentes, los bancos de madera en la hierba… por muy bien que decores una estancia, lo artificial nunca es capaz de superar a la naturaleza.

the creative shot
©The Creative Shot
©Bodas de Cuento
©Bodas de Cuento

De hecho, los amantes acérrimos del aire libre van un paso más allá y se casan en el monte o en la playa. Son espacios románticos, perfectos para bodas íntimas e informales. La conexión con la naturaleza prima por encima de la fastuosidad de las grandes ceremonias por todo lo alto. En el caso de la playa, además, os podéis dar un baño justo después de casaros e invitar a vuestra familia y amigos a acompañaros.

Lugar ceremonia
©Setro Imagen

Si todas estas opciones son demasiado mainstream para ti, toma nota de los sitios más extraños que existen. El Museo Titanic, en Tennessee, te posibilita casarte con la música de Celine Dion de fondo y un pseudo capitán Smith oficiándola. Un plan aun más marino es el de Aquaworld, que propone realizar la boda bajo el agua entre peces, langostas y tortugas. ¿No te vale ni la tierra ni el agua? Date el sí quiero mientras haces puenting y podréis asegurar que, literalmente, el amor está en el aire.

titanic wedding
© Titanic Museum

También podría interesarte