Novias de encaje, la elegancia en el descaro

No todas las ocasiones son adecuadas para lucir un diseño de encaje. Es una tela muy delicada, muy elegante y con un punto atrevido dependiendo de lo que cubra y lo que no. Por suerte para ti si te vas a casar, una novia puede conjugar con esos tres rasgos de manera armoniosa y perfecta. ¿Cómo conseguirlo? Con semi trasparencias creadas a partir de este precioso tejido. Te recomendamos diez vestidos que tienen como protagonista la sutil picardía del encaje y el guipur.

Empezamos con este escotadísimo vestido de Naeem Khan, que sentará tan bien a mujeres de poco pecho como a aquellas que tengan mucho y quieran destacarlo. Al igual que la modelo, combínalos con unos pendientes grandes y brillantes y un make up natural.

Nos maravilla el relieve pronunciado de este sencillo traje de Elie Saab, que juega con unas transparencias muy discretas en la zona del busto, manga corta y estilo evasé. Su frescura luce genial con el cabello suelto, sin velo y con unos pasadores de flores como tocado.

Vera Wang siempre siempre regala obras de arte muy especiales. Este diseño lo tiene todo: una pomposa falda de tul, su corte princesa coronado con un péplum y, por último, el busto, las mangas y el cuello largo de tupidísimo guipur y un brillante cinturón que afina el abdomen.

También es muy cubierto pero de un tono bastante más clásico este vestido de Jesús Peiró. Nos gusta por su nívea elegancia y su versatilidad, pues es perfecto tanto para una boda por todo lo alto, combinado con un maquillaje sofisticado, un buen recogido y un velo largo, como para una ceremonia íntima con el pelo suelto y ligeramente desordenado.

Resulta finísimo este modelo de Yolan Cris de inspiración oriental y repleto de bordados de arriba a abajo. Su falda de capa tiene un aire volátil y sedoso, y la parte superior completa el romanticismo con un bondeau cubierto por un coqueto retal translúcido.

Las diseñadoras de Kaviar Gauche reinventan los modelos tradicionales añadiendo pétalos al encaje y cubriendo así el busto. Lo mejor de este vestido de escote palabra de honor es que esos mismos pétalos escalan también los bajos de la falda, creando un dulce efecto primaveral.

Si te gustan los trucos y la originalidad, quédate con esta preciosidad de Franc Sarabia, que tiene la forma, en realidad, de una falda lápiz, pero añade una cola postiza que le da volumen y movimiento. Mezcla el detalle de pedrería de la cintura con un tocado también metálico y brillante.

No es extraño y, de hecho, es bastante usual que Pronovias incluya el encaje como tela base de sus obras de arte nupciales. Nos apasiona el modelo Vicki por la voluptuosidad de su corte princesa y la sensualidad de su amplio escote.

Igual de sexy es este traje de Shlomit Azrad, que tiene varios toques originales: el escote en rombo, resultado de la unión entre el halter y el forma de ‘v’, unas hombreras prominentes, sus puños con volantes y un vuelo grácil en la falda.

Terminamos con un modelo sólo apto para verdaderas princesas: Valentina de Anny Lin. Su tono crema rosado es ideal para ese aspecto rococó que tienen sus interminables volantes en la falda. Todo este volumen contrasta con la finura de la zona del busto, totalmente ajustada y casi tatuada con semi transparencias a lo largo de los brazos y la espalda.